jueves, 5 de agosto de 2010

ME ENCONTRE


Andaba por el sendero y me encontré con un árbol de verdad gigantesco, alto, muy alto, era como si se atreviese a tocar el sol, sus ramas se extendían hacía todas las direcciones, de manera variada, intrincada, parecían brazos y piernas, era como si danzarán. Sin embargo, aquel árbol estaba seco, y seguro ya muerto hace muchos años , quizás cientos de años. Entonces por alguna razón me senté y puse mi espalda en el, cerré mis ojos.

Quizás nadie lo crea de aquel árbol seco surgió una vibración y eco, como un rumor, y una voz repetía:”Yo te amo, vida mía, y aunque me desprecies yo te amare tanto, y tanto que si es necesario moriría de amor por ti, tan solo por ti”. Y aquel rumor me fue llevando a un embeleso y caí como en trance, y viajé a través del tiempo, y otro árbol estaba vivo, era un árbol grande, y magnifico, tenía un color maravilloso, estaba lleno de hojas verdes y flores de colores, lleno de vida. Y a sus pies de aquel árbol vivía una mujer, que se acercaba y lo acariciaba, y le decía:”Nunca, nunca te dejaré, yo me uniré a ti y aunque pase el tiempo, nada me alejará “.

Pero vi más y escuché mas, sentí como si el árbol se convertía en corazón, un corazón que sangraba y entonces no vi mas aquella mujer, aquella alma que decía que al árbol amaba, simplemente un día no regreso mas. Y el árbol se estremeció y al paso de los días , sus hojas se cayeron y perdía sus flores , y se secó. Sus raíces querían más que agua, quería aquella que el árbol amaba, pero nunca más su amada regresó.

Entonces desperté pero alcance a escuchar que el árbol decía:” Muero de ti, muero por ti, mi amada”.
...
Pintura y Escrito:
Oscar Basurto Carbonell
Poemas de amor
Espejos de el alma

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