sábado, 11 de abril de 2009

UN CORAZON HERIDO


-¿Por qué cambiaste, corazón? Si antes palpitabas alegremente, lo alto de la montaña, te parecía llano .Y aun si habían espinas en tu mano a ti te parecía no doler pero ahora corazón la pasión de tu fuego se ha hecho hielo frío, frío. – Y así le dije al corazón.

Y el corazón me dijo:
- La culpa la tienes tú por haber abierto puertas y ventanas por haberme puesto en el medio del camino, por haberme lanzado al fuego sin destino. Tú me expusiste a un cariño que no era cariño, a una ternura que no era ternura y entonces me hirieron de muerte ahora no hay quien me convenza diferente. La vida es un río helado, no hay aquella ternura prometida, todo era mentira. Ella no era flor, era espinas, ¿Cómo quieres que lata un corazón herido sí ya no sabe latir?
...
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Gracias, Ayelén! por tu comentario .

1 comentario:

Anónimo dijo...

Las espinas cuanto daño nos hace.Besos...