"El amor es hermoso.
El amor es sincero.
El amor es puro.
El amor entonces ha de vivir en el cielo “.
Así en silencio como dialogando muy dentro, muy dentro hablaba para si mismo, el sepulturero.
Allí estaban reunidos todos los amantes: unos llevaban flores, otros tan solo lágrimas, y el sepulturero por dentro decía:
- No lloren demasiado, no traigan demasiadas flores que pronto señoras y señores también partirán, así como este amor tan digno, tan puro que su morada es el cielo.
El amor es sincero.
El amor es puro.
El amor entonces ha de vivir en el cielo “.
Así en silencio como dialogando muy dentro, muy dentro hablaba para si mismo, el sepulturero.
Allí estaban reunidos todos los amantes: unos llevaban flores, otros tan solo lágrimas, y el sepulturero por dentro decía:
- No lloren demasiado, no traigan demasiadas flores que pronto señoras y señores también partirán, así como este amor tan digno, tan puro que su morada es el cielo.
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